Otakus

Otaku (おたく/オタク), se define como la persona fanática o con aficiones obsesivas. De la cultura japonesa y aplicable a cualquier tema o campo, sobre todo al anime y manga. Este término fue creado por el humorista y ensayista Akio Nakamori, en un discurso público de su obra en la revista Manga Burikko en 1983, de connotación peyorativa, como friki, geek o nerd, usado también como sinónimo de fan.

Fuera de este tipo de cultura japonesa, este término se usa para los aficionados a cierto tipo de cultura japonesa, especialmente anime, manga o cosplay, también para fans de videojuegos, series y películas. En los salones y eventos de manga o videojuegos, los otakus se suelen disfrazar de sus personajes favoritos, llamados cosplayers, sin embargo, en la vida diaria no se encuentra ninguna peculiaridad a la hora de vestirse.

En esta cultura de otakus se caracteriza por su alto nivel de exigencia y poca flexibilidad, teniendo extremos que se dominan por comunidades de fanáticos con reglas inquebrantables que harían a los demás menos inteligentes y no considerados otakus, como ver una serie de anime doblada en lugar de con subtítulos. La dedicación del otaku por sus actividades y contenidos preferidos es generalmente mayor a la de una persona interesada por otras culturas. Los dibujos animes y mangas generan adicción en sus seguidores, manteniendo una relación que trasciende los límites de ficción y realidad.

Elemento característico de éstos es el uso del cosplay (contracción de las palabras inglesas costume play, pudiendo ser traducido como obra de disfraces) moda que invita a disfrazarse de sus personajes favoritos o a representar ideas por su vestimenta.

Sin embargo, hoy en día y en diferentes círculos el término otaku y su uso es fuertemente negativo e incluso insultante. Los típicos estereotipos que se dan sobre los otakus serían la falta de higiene y limpieza (siendo uno de los más comunes que se dan actualmente), la falta de interés por temas que no sean anime, manga o cosplay, etc. Si bien es cierto que los estereotipos no pasan de eso, han llegado a usarse como insultos.

Esta tribu urbana está compuesta por jóvenes entre los 13 y 25 años, siendo estos datos oscilantes, anteriormente eran identificados como personas que se quedaban en casa, de pocas habilidades sociales. Además del anime y manga se han identificado hasta 20 tipos de temas en los que se concentran los otakus, entre ellos videojuegos, música, películas, series, etc. Estos jóvenes dedican la mayoría de su tiempo a su afición, estando en dentro de sus casas con poco contacto con el mundo material real, identificándose con personajes meramente ficticios.

Los miembros de esta subcultura interactúan entre ellos y los une una sensación de incapacidad de pertenecer a la cultura de su país, la necesidad de crear un mundo propio que les de autonomía y control sobre su vida los lleva a alimentar su afición.

No se caracterizan por el uso de un vestuario específico, pero algunos compran ropa de marcas con figuras de personajes de manga, otro elemento específico es teñirse el pelo de colores. Se tratan de coleccionistas por naturaleza, orgullosos de conocer y tener lo que existe sobre su afición.

Dentro de los tipos se pueden encontrar.

• Las fujoshi, mujeres que gustan de contenido sexual en las animaciones.  Las Reki-jo, mujeres a las que les interesa la historia de su país.
• Los Akiba-kei, individuos aficionados por la cultura electrónica.
•  Los Pasokon Otaku, aficionados por los computadores, gemu otaku u otaku Gamers, fanáticos de los videojuegos.
•  Los Hikkikomoris, sufren una especie de agorafobia y solo salen por lo estrictamente necesario.
•  Y los cosplayers, aficionados a imitar a personajes importantes de series de manga o anime.

El uso continuado del término como insulto hace que cada vez los otakus pretendan aislarse entre ellos mismos y sus grupos. Los gustos deben de respetarse y no porque guste una u otra cosa debería de discriminarse, si bien también es cierto que nunca una obsesión ha sido realmente buena para la persona y quizás menos una en la que no se puede discernir con claridad entre la realidad y la ficción.

El hecho de recluirse en los mangas, videojuegos o animes ante la falta de capacidades sociales o problemas semejantes no ayuda al desarrollo de éstas. También la proliferación de este tipo de cultura hace que los jóvenes con problemas sociales se encuentren entre ellos y mantengan amistades, elemento negativo que podemos encontrar es la falta de respeto y discriminación que se produce por parte de los que no comparten esta cultura y evidentemente la actitud de superioridad que adquieren estos jóvenes para intentar rechazar a los demás, ni una ni otra de las actitudes mostrada por el conjunto de la población es bueno ni demuestra respeto, por lo que se necesita más educación e información sobre cada uno y sobre todo respetar los gustos y cualidades.