Hentai
Hentai, es una palabra japonesa referida a “pervertido”
o “perversión”, siendo también el nombre para referirse al género del manga y
anime de contenido pornográfico.
Habiendo una enorme variedad de dibujos ilustrando la
actividad sexual en el manga o anime hentai, variando también el tipo de
actividad sexual y los personajes implicados, habiendo numerosas faltas de
restricciones al ser personajes de ficción.
El artículo 175 del código penal de Japón prohíbe la
publicación de material “moralmente perjudicial”, interpretado actualmente como
la exposición de genitales, siendo por lo tanto encontrar barras o elementos
borrosos frente a los genitales que se representan. Antes de 1994 se prohibía
exponer vello público, norma que se eludía sin dibujarlo.
Aún así, otro de los problemas del hentai comenzó
cuando se empezaron a distribuir por lugares como Europa y Estados Unidos, la
representación de los personajes de anime como menores que los dibujos animados
occidentales dio cierta impresión de que los vídeos contenían pornografía
infantil. Otro de los datos de menos popularidad dentro de la censura japonesa
es lo estricta que es en cuanto a los dibujos sobre actividades sexuales entre
animales y humanos, sin embargo, se permite la circulación con relativa
libertad de actos con monstruos imaginarios, sin embargo, el sexo zoofílico con
animales existentes es perseguido.
Suele dividirse entre sexo heterosexual y sexo
homosexual, además de haber numerosos subtipos.
- Yaoi
Con personajes de variación en complexión física y
vello facial, mayoritariamente son personajes fornidos y musculados, habiendo un
género distinto dentro del hentai para el público femenino, habiendo relaciones
homosexuales entre chicos, pero con un carácter heterosexual, compuestos por
personajes bishonen, con roles marcados uke (creado para representar a la mujer
en la relación) siendo la parte pasiva de rasgos femeninos y andróginos, y el
seme (parte masculina), de rasgos más masculinos, a veces aparece el suke
(cumple la función de uke o seme según la situación) realmente es un personaje
que no tiene tanta aparición.
Se producen subclasificaciones:
- Bishonen, traducido literalmente como “joven hermoso”,
categoría genérica que se dispone a definir a los personajes de apariencia más
afeminada, tratados como andróginos al acercarse más a la palabra y definición.
No solo tienen la apariencia afeminada, sino que su comportamiento en las sagas
puede cambiar entre los diferentes cánones de personalidad, a pesar de ser
normalmente pasivos no cabe destacar que pueden ser versátiles.
- Biseinen, traducido literalmente como “hombre bello”,
categoría representada por una personalidad más activa que los anteriores, con
un físico y representación de ese mismo tipo de actividad.
- Oyaji, traducido como “padre” o “tío”, se representan
relaciones sexuales incestuosas en las que el padre o tío son de mediana edad o
ancianos.
Teniendo que resaltar que el yaoi se extiende a mangas
y anime catalogados en este género, con excepción de alguno que lo parodie. Las
mujeres interesadas en yaoi suele llamarse Fujoshi, la traducción literal es “chica
podrida” por el supuesto ideal en el que no eran mujeres puras por sus deseos
pecaminosos, siendo un término despectivo en japón para referirse a las mujeres
que consumen este contenido.
El yaoi se puede dividir en 2 apartados:
- Normal, en el que no se ven relaciones o actividades
sexuales, sino que el uke y el seme llevan una relación pura.
- Hard, lo contrario a lo anterior, presenta actividad
sexual en el manga/anime, estando restringido a personas mayores de 16 años.
- Yuri
Se centra la atención en las relaciones homosexuales
femeninas, los personajes de éste se conocen como “bishojo”, traducido como “chica
bella”. Teniendo el Shijo-ai, “amor entre niñas” término occidental para el
equivalente femenino de Shonen-ai. Se clasifica según el púbico al que se
dirige en:
Yuri hentai, para público masculino heterosexual, centrado
en relaciones sexuales más que en el romance.
Yuri (falso), dirigido y escrito por y para mujeres u
hombres heterosexuales, centrado en el romance, introduciendo los roles
heterosexuales de tachi (activa equivalente al seme), neko (pasiva equivalente
al uke) y teko (el que toma el rol de tachi/neko).
Sub-géneros por temática
- Ashikoki. Masturbación
a través de los pies.
- BDSM. Relaciones
consentidas de sadomasoquismo, bondage, servidumbre, etc.
- Incesto. Relaciones
entre integrantes de la familia jurídica o de sangre.
- Netorare. Infidelidad.
- Vanilla. Romance
que lleva al encuentro sexual.
Sub-géneros por características de los personaje
Bakunyû. Mujeres
con senos anormalmente grandes.
· Bestialidad. Personajes
con aspecto animalizado o la intervención de animales en el acto sexual.
· Futamari. Personajes
hermafroditas o transexuales, que pueden tener ambos genitales.
· Lolicon. Niñas
preadolescentes o prepúberes.
· Todlercon. Niñas
y niños menores de 6 años.
Dejando a un lado los tipos existentes, pasaremos a
hablar de la polémica que presenta. Habiendo diferentes títulos en los que se
dan situaciones de violencia psicológica y física, llegando a violación de
adultos y niños y representaciones de tortura. Los defensores de este tipo de
hentai sostienen que ninguna persona es lastimada ni humillada, habiendo una
clara diferencia por lo tanto entre fantasía y realidad. En este sentido el
hentai sería análogo a las prácticas de sadomasoquismo, en las que la violencia
está pactada y sin imposición real sobre otra persona, sino la expresión de una
fantasía.
Sin embargo, el hetai puede llegar a manos de
adolescentes que pueden ver perjudicado el desarrollo de su sexualidad por la
asociación del sexo con violencia, el impacto negativo podría depender del receptor.
Viendo los diferentes subgéneros que existen y el
problema que se presenta, sí que es uno real y difícil de tratar, de la misma
forma que lo es con la pornografía real. Sin embargo, es cierto que se debería
de practicar una censura más profunda y estudiada, ya que como he mencionado en
otra entrada, el hecho de que sean representaciones animadas no da impunidad en
cuanto a representaciones en las que se mantienen relaciones sexuales con niñas
menores. Al contrario, alimenta las filias que pueden tener posibles pedófilos,
haciéndolo más real al ver la representación animada. La propia sexualización
de personajes que rozan la minoría de edad o que incluso la tienen debería de
ser prohibida y no resguardarse en el hecho de ser representaciones y no una de
forma real.
Otro problema añadido serían los otakus, fanáticos que
se encuentran tan inmersos en este mundo que encuentran fuerte dificultad en
diferenciar qué es la realidad y qué es la ficción, por lo tanto, se vuelve a
aportar otra arma similar a la pornografía, se está dando una imagen (en este
caso de dibujos animados) en la que sucede lo que ellos mismos desean pero que
saben que está censurado o prohibido en la realidad por leyes reales.
Además, hemos de tener en cuenta que en la sociedad en
la que vivimos actualmente, los niños empiezan a informarse cada vez más por los
medios online y no en fuentes refutadas y educativas, por lo tanto, al igual
que puede suceder con la pornografía, pueden también obtener acceso a este tipo
de pornografía representada en la forma de dibujos animados, un formato mucho
más cercano a su edad, pero que sigue representado ideas totalmente erróneas,
como puede ser el incesto.
Mismo problema sucede con la auténtica pornografía,
centrada en una cultura falocéntrica y de la violación, con representaciones
constantes de violencia física y psicológica, centrada, además, únicamente en
el placer masculino y la sublevación femenina. Por lo tanto, todas aquellas
personas que sean fan o seguidores de este tipo de representaciones deberían
primero reflexionar en el fuerte impacto que esto puede tener en los
adolescentes que traten de adquirir conocimientos basados en este tipo de
representaciones o la falta de ética y moral que presenta la imagen de un
adulto manteniendo relaciones sexuales incestuosas o con menores de edad.
Teniendo también el problema añadido de la fuerte
difusión que está teniendo el anime y el manga en nuestros días, seguro que todos
hemos visto algún capítulo. Si a todo esto le añades que es tan simple
encontrar hentai como buscarlo en cualquiera de los buscadores que uses, tendríamos
un problema para todos los niños que empiecen a indagar en este mundo y que no
tengan una base de educación sexual sana y fundamentada, siendo totalmente
necesario el control parental para los niños y sobre todo una actitud más
censurada en las páginas en las que se pueda ver fácilmente este género,
teniendo en cuenta que los niños pueden entrar y obtener el contenido con solo
un click del ratón.
Una solución que debería implantarse en medios
educativos sería la educación sexual en un medio sano y cómodo para los jóvenes,
que les enseñe a explorar su sexualidad de forma sana y correcta, manteniendo todas
las precauciones que un joven puede comenzar a experimentar, por lo tanto, pido
encarecidamente a cualquier fan del hentai que sea capaz de leer esta entrada,
que reflexione encarecidamente lo que significa el uso, ya no solo del hentai,
sino de la pornografía (industria que defiende la cultura de la violación y la
machista), se necesita una fuerte reflexión por parte de aquellas personas que lo
consumen y defienden.

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